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En el año en que la pandemia comenzó y su esposo se quedó sin trabajo, una familia encontró en su pequeña parcela de cacao Chuncho la oportunidad de salir adelante. Desde San Pedro, empezaron a trabajar de manera artesanal, elaborando pequeñas pastas de cacao que vendían a un sol cada una. Ella, con estudios en Industrias Alimentarias, y él agrónomo de profesión , con la determinación de aprender todo el proceso desde la molienda en molinos manuales hasta el moldeado fueron dando forma a su nuevo emprendimiento.
Al inicio producían apenas 20 pastas, que ofrecían a familiares y amigos, sus primeros compradores. El éxito fue tal que comenzaron a elaborar mayores cantidades, comprando cacao también a otros familiares para responder a la creciente demanda. Su proceso incluía el prefermentado del cacao, logrando un sabor más intenso y refinado que pronto llamó la atención fuera de su localidad.
Poco a poco, los pedidos llegaron hasta la ciudad del Cusco, y la familia empezó a participar en ferias locales, dando a conocer la calidad de su producto. Así nació Donca, una marca que lleva el apellido de la fundadora como símbolo de identidad y orgullo familiar, y que hoy representa esfuerzo, tradición y el auténtico sabor del cacao Chuncho.
En Donca, mi misión es ofrecer productos de cacao Chuncho de la más alta calidad, elaborados con procesos artesanales que respetan nuestra tradición y resaltan el sabor auténtico. Trabajo con dedicación para transformar el cacao en experiencias únicas, apoyando a productores locales y llevando a cada cliente el esfuerzo y pasión de nuestra familia.
En Donca, mi visión es consolidarme como una marca reconocida a nivel nacional e internacional por la excelencia y autenticidad de nuestros productos de cacao Chuncho, siendo un referente de innovación, sostenibilidad y orgullo para nuestra tierra.